
Hoy me he sorprendido por mi actitud y la de mis compañeros ante una persona que ha llegado a la consulta custodiada por la policía, osea que venia de un centro penitenciario.
La señora, ¡porque no llamarla así!, de raza gitana, se ha comportado correctamente. Cuando le han colocado las esposas (ahora le llaman "grilletes") ha dicho: no se preocupen no me voy a escapar, yo reconozco mi culpa.
Esto me ha emocionado y se lo he manifestado a esta persona con una pequeña caricia en la mano.
Pero lo que mas me ha sorprendido es que lo he comentado con mis compañeras y la respuesta unánime ha sido: tu no te fíes de nadie, cuando esta en la cárcel por algo sera.
Yo no digo que no tengan razón, quizás soy "demasiado sensible", pero creo que con un pelín de humanidad las cosas podrían ser un poco mejor.
Me gusta pensar que mi comportamiento con esta señora, a dado lugar a que esta se sienta tratada como persona aunque haya sido por un pequeño instante.
Ay qué ver qué cosas te pasan ¿eh? Cómo debes aprender cada día con las pato aventuras que vives en tu trabajo... Yo también me habría emocionado, además siempre he pensado que los malos no están en la carcel, sino fuera.
ResponderEliminar