viernes, 7 de mayo de 2010

Sufrimiento


Ayer Jueves no escribí nada y la causa fue que no tuve tiempo.
Tuve un día de trabajo bastante movido, no comí en casa y por la noche llegué tarde, y no fui capaz de buscar alguna idea para plasmarla en el blog. Esta vez si dormí de un "tirón".
Mi compañera P está mejor, pero todavía sigue en el hospital; cuando he ido a verla la estaban curando, le dolía mucho pero no lo ha manifestado (lo se porque me lo ha dicho después).
Hoy ha ido a la consulta el marido de otra compañera que tiene Alzehimer, con 59 años, nos y hemos quedado impactados, ya que en un año ha evolucionado muchísimo. Ha pasado de ser un hombre muy activo a un "niño pequeño", que sonríe, que quiere decirte algo pero no puede, etc. Su mujer lo cuida con un cariño insuperable.
Esta enfermedad es muy dura, es cierto; como todas las enfermedades importantes, diría yo. Comento esto porque uno de mis compañeros ha dicho "es injusto que pasen estas cosas".
Yo creo que es una forma de expresar la impotencia de ver a este hombre así y no poder hacer nada; pero estas situaciones solo se pueden sobrellevar con la ayuda de la Fe, y en eso su mujer también nos da ejemplo. Dice que sin la ayuda del Cielo, ella no podría soportar el día a día.
Y hoy también otro medico que tiene a su hija recuperándose de una grave enfermedad ha comentado, "lo de mi hija ha sido un milagro, vale que los médicos, lo han hecho muy bien, pero un milagro; y pobrecito del que no tenga fe"
Cada uno que piense lo que quiera, pero lo cierto es que cada vez me encuentro con mas gente que acude a Dios, a la Virgen, a los Ángeles, para pedir ayuda.
¿Agarrarse a un clavo ardiendo?, poría ser, pero lo cierto es que a estas personas la vida les ha cambiado a mejor.
El sufrimiento les ha hecho mejores.

2 comentarios:

  1. animo en estos comentarios de tu dia a dia, por lo menos ayudan a sacar algo nuevo cada dia de la rutina del trabajo.

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  2. Cada día tengo más claro que el sufrimiento hace crecer a la persona que lo lleva y a las que la rodean. Mucha gente dice que siempre sufren los débiles, los inocentes y los que no se lo merecen, es verdad, la mayoría de las veces es así, pero es cuando Cristo mismo está en esas personas más inocentes, y se vale de ellos para hacer su grandísima obra. Lo estoy viendo en mi suegra.

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