Ayer asistí a la fiesta de fin de curso de Javier, dos añitos. Era el mas pequeño de su grupo, pero no se quedo inmóvil como otros mas pequeños en actuaciones anteriores. Bailó muy bien, ¡que va a decir su tía!
Aparte de ver a los niños, haciendo lo que podían, me fijé en los papas, abuelos, etc. Caras de emoción en unos, otros llamando la atención de su niño con la mano o llamándolos, cosa que los distraía; y un aluvión de cámaras de fotos, vídeos y móviles inmortalizando el evento.
Al final entrega de diplomas, becas y birrete como está mandado académicamente.
En fin un rato muy agradable, en el que ves a las familias con sus niños jugando, tomando alguna chuchería y todos tan contentos.
También hay que tener en cuenta a las monitoras de la guardería pues se notaba que habían trabajado muchísimo porque todo estuviera muy bien organizado y cuidado.
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