
Aunque necesito ayuda para desplazamientos largos, alguna vez me he atrevido con el autobús urbano.
Me sigue sorprendiendo la falta de solidaridad de algunas personas. Una vez casi me atropella un coche cruzando un paso de peatones, yo iba con mi muleta, por supuesto. Vamos a pensar que no me vio, cosa que es poco justificable porque al volante hay que ir con los cinco sentidos. En el autobús, solo una vez una persona, mayor que yo, me cedió un asiento; el resto de las veces haciendo equilibrios para mantenerme sin hacerme daño por los frenazos y acelerones del conductor; por supuesto para subir nadie te cede el paso. Otro día me tuve que bajar de la acera para pasar porque dos señores ensimismados en su conversación no se salieron de su trayecto.
A mi me enseñaron de pequeña que hay que ceder el paso, dejar el asiento en el bus, ayudar a cruzar una calle a una persona mayor o impedida, etc, etc.
No quiero ser negativa, pero esto si no se pone en práctica se olvida, por tanto hay que recordarlo en la familia, en la escuela, en las conversaciones, etc.
Esto también se puede llamar "educación para la ciudadanía"
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