Ayer fue el bautizo de Kike, ahijado de mi sobrina.
Me contó, mi sobrina, que la madre del niño la había elegido a ella porque sabía que iba a hacerlo muy bien, es decir cuidar de trasmitirle los valores cristianos en caso de que faltaran sus padres.
Ella se emocionó porque además de por amistad, fundamentalmente fue por eso. Yo también me he emocionado, por que hoy día parece que esto se tiene poco en cuenta y es lo más importante cuando se elige a unos padrinos para un bautizo.
Se nota la fe de los padres y los padrinos.
Esto podría parecer una gota en el océano, pero estoy segura de que hay muchos casos así, lo que pasa que no son noticias "que interesen a casi nadie"; y lo mismo ocurre con las primeras comuniones.
Habrá gente que "se pasará" en las celebraciones o "montaje" del asunto, pero también hay muchos que van a lo importante.
Hasta el Papa ha intervenido en el asunto, pero no olvidemos que hay por ahí gente, familias que son coherentes con su fe y lo hacen muy bien.
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