He puesto el título a conciencia, porque a pesar de que los jugadores de la selección española jugaron de maravilla, había todo un país detrás apoyando; unos convencidos del éxito y otros un poco contenidos ante el juego de los últimos dias de la selección italiana.
Pero lo conseguimos, disfrutamos todos, sin los nervios de las prórrogas y los penatis; jugando bonito, con deportividad, elegancia, etc, etc. Casillas diciéndole al árbitro que no alargara más el partido, que iban cuatro a cero; saludando a los italianos (aunque algunos son poco maduros y no saben perder), regalando los guantes.
En fin y eso por mencionar solo al capitán, porque luego hubo una imagen que me encantó y que también tiene muchas lecturas: la salida al campo de los peques (hijos, sobrinos, amigos de los jugadores), todos disfrutando quizás sin enterarse mucho de lo que estaba pasando. Solo que era una fiesta.
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