
¡Tengo que contarlo, y que mejor que aquí!.
Me refiero a la pesadez de las empresas que te quieren vender algo a domicilio.
Que capacidad de liarte, de no dejarte hablar, ni preguntar, y a lo poco que te descuides caes en la trampa. Yo caí ayer, he rectificado a tiempo, pero me ha costado lo suyo, y espero que no me sigan dando la lata.
Primero te llaman por telefono y te dicen que te van a hacer una encuesta sobre como controlas la energía en tu casa (se reduce a dos preguntas) y que por responder te llevan a tu domicilio un aparato de ahorro de energía.
Entoncen llegan y te dicen que por llevarte el "aparatito" te van hacer una encuesta. De encuesta nada, empiezan a ofrecerte regalos y tienes que elegir cuatro y despues te colocan una enciclopedia que te cuesta la mitad de lo que vale.
¿Quien se puede fiar hoy dia de esto?
Pues aqui no acaba la epopeya, despues de llamar a la empresa para decir que revocas el contrato, con el envio de un impreso que te facilita la propia empresa para ello, y que no te traigan el pedido que "te han colocado" (cuatro regalos mas la enciclopedia) te dicen que no pueden hacer nada porque es una empresa de transporte privada y que no pueden dar parte, que hable con ellos cuando lleguen.
Vale, pues despues de no llegar a la hora prevista resulta que el chico de la tal empresa trata de volver a convencerte rebajandote aun mas el precio (osea que es de la propia empresa). Total, para resumir me dice este señor que solo son dos minutos y a estado hablando media hora, al final se va enfadado y yo le digo que tengo derecho a revocar el contrato.
No me pillaran en otra, y como decía al principio espero que esto acabe aqui.
¡Dios quiera!, y se apiade de esta "panoli"
Hay mucha pillesca con ese tema. La mejor solución es no abrir la puerta a nadie, es obvio que todos los trabajos son dignos y a veces pagan justos por pecadores, pero la situación actual te hace ser desconfiado, y no incauto, para evitar situaciones embarazosas
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