
Pues hoy toca presentar a Juan Antonio, con 11 horas de vida, una vez pasado el susto que dio a toda la familia, ya que el parto se complicó con un prolapso de cordón y los médicos tuvieron que correr para hacer una cesárea urgente; hasta alguien perdió las gafas, que han aparecido hoy en la cama de la madre (esto como anécdota).
Cuento todo esto para manifestar la alegría de mi familia.
El próximo nacimiento, si Dios quiere, será en octubre; otro niño.
Quizás alguien piense que como se les ocurre, hoy día, tener niños con las crisis y lo mal que va el mundo.
Pues sí tienen niños y están encantados y felices. Y además lo que gasten en ellos tampoco van a empeorar la crisis, y quien sabe si cuando sean mayores alguno de ellos, o todos, son capaces de colaborar en hacer un mundo mejor.
Cuento todo esto para manifestar la alegría de mi familia.
El próximo nacimiento, si Dios quiere, será en octubre; otro niño.
Quizás alguien piense que como se les ocurre, hoy día, tener niños con las crisis y lo mal que va el mundo.
Pues sí tienen niños y están encantados y felices. Y además lo que gasten en ellos tampoco van a empeorar la crisis, y quien sabe si cuando sean mayores alguno de ellos, o todos, son capaces de colaborar en hacer un mundo mejor.
El nacimiento de mi hijo Juan Antonio, nos abre las puertas de una nueva vida cargada de experiencas positivas, doi gracias a Dios cada día porque todo salió bien, fue un momento bastante angustioso, estaba solo, pero una vez mas, apareció la inestimable ayuda de mi Tita Carmen, el bastión impenetrable que siempre está al otro lado del teléfono cuando mas lo necesitas. Mi tía cumple la regla de "si necesitas algo llámame", doi Fe de ello, que esta frase tan utilizada para expresar total disposición con ella se cumple. Solo tuve que hacer un llamada desde mi móvil y en menos de 20 minutos estaba ahí, con su bata, ese bolsillo con los bolis de medicamentos, y con todas las capacidades para darte una solución. Atravesó las puertas y después de 2 escasos minutos, apareció por otra puerta con una chica con el batín verde, la frase fue penetrante pero segura "tranquilo que todo va bien", joder!! se me cayó el mundo encima, (coño que me emociono y estoy en el trabajo), me acerqué me comentaron la situación y toda mi vida pasó por delante en un segundo, Juan Antonio Cárceles Pardo, ya había llegado al mundo, hijooooo!!!!, me eché a llorar y saqué mi pañuelo atrapa lágrimas, que me dió mi madre cuando me casé, mi tía me tranquilizó, y todo empezó a fluir. Inicié la ronda de llamadas y el atrapador de lágrimas amenazaba con rebosar sus límites. Cuando salió mi mujer, el mundo se me paró en seco, fue el momento, flashes que se quedan en tu cabeza y no olvidas nunca, como cuando salió mi hijo, con 4.010 gramos en su mini cuna, sin soltar una lágrima, no como su padre, vaya ejemplo!!, jajaja. No consigo encontrar palabras en el diccionario para agradecer la inestimable ayuda que me ha prestado, presta y prestará mi Tita Carmen, en todas mis "visitas" a su entorno laboral. Solo hay dos palabras que resumen ampliamente el concepto de gratitud hacia ella. MUCHAS GRACIAS. Tenía ganas de expresar esto ya mucho tiempo, y como hablamos poco para eso está la era Internet. 1 ABRAZO
ResponderEliminarMi hermano querido me ha hecho llorar con su historia, aunque ya la sabía, le dedicaré una entrada en el futuro, pero tengo que estructurarla porque son muchas cosas las que diría de él.
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