
Hace tiempo que no escribo nada; he empezado las vacaciones y no he podido por diversas circunstancias. Me gustaría escribir todos los días pero no se si lo voy a conseguir.
Ayer leí un reportaje sobre el famoso futbolista Kaká y me ha hecho pensar.
Este chico no es normal, según dice mucha gente.
El mismo comenta que aunque sus compañeros le respetan sus creencias, su modo de pensar y de actuar, algunos lo miran como un bicho raro.
Pero creo que si muchos siguieran su ejemplo quizás habría un poco menos de frivolidad, y de tonteo entre muchos deportistas. Lo único que hace distinto a los demás es que no despilfarra el dinero, que le es fiel a su mujer, y que Dios ocupa un lugar muy importante en su vida.
Este chico si es normal, lo que no es, es corriente, osea del monton; tiene personalidad, ideas muy claras y sobre todo va contracorriente, cosa que hoy como siempre es bastante difícil.
Ya se están preocupando algunos (que creen estar en posesión de la verdad) en sacar pegas a su credo religioso, a ver lo que le dura la fidelidad, a ridiculizar, sibilinamente, que llegara casto al matrimonio, etc, etc.
No quiero compararlo con otros, aunque ganas me sobran, pero me quedo con este chico normal.
Y como este chico normal hay muchos y muchas, que como no son famosos no salen a la palestra.
A ver si imitamos la normalidad y no lo corriente.
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